Quizás hemos tardado tanto en preparar esta entrada porque nos resistíamos a creer que este momento, que se ha difuminado a lo largo del año, se hiciera realidad; pero en el pasado Campeonato del Mundo de Pésaro, disputado entre Agosto y Septiembre, apareció entre los invitados una embarazadísima Ganna Rizatdinova y las esperanzas de volverla a ver en competición se esfumaron definitivamente.
Un pesar que compartirían todos los aficionados a la rítmica, y es que la última representante del podio de los Juegos Olímpicos de Río había colgado sus punteras. Una generación de gimnastas con unas cualidades increíbles y una magia en sus interpretaciones, que son parte ya de la Historia de este deporte.
Ganna ha sido sin duda la última gran representante de la escuela ucraniana, elegante, fuerte y magnética; cuyas entrenadoras, la saga familiar Deriugina, difícilmente podrán reemplazar. Y lo que es más complicado todavía, que los aficionados pudieran sustituirla en sus corazones.
Siempre en pugna con Yana Kudryavtseva y Margarita Mamun, Rizatdinova nunca dejó de luchar en cada competición, a pesar de que no es fácil enfrentarse al poderío de la Selección Rusa. A pesar de ello consiguió dejar su impronta en las más importantes competiciones, y su medalla de bronce en las últimas Olimpiadas fue celebrada por muchos como un oro.
Entre sus máximos logros están además la plata en el concurso all-around en el Campeonato del Mundo de Kiev, en 2013, en su país; y el bronce en la general del Mundial de 2014 y en los Europeos de 2014 y 2016. A las que debemos sumar múltiples metales, incluido el oro, en las finales por aparatos de los más importantes eventos deportivos internacionales.
Aquí tenéis los ejercicios de Ganna en la que se puede considerar una de las mejores y más disputadas Finales Olímpicas, la de Río 2016. Final con un podio mítico, qué encumbraría a sus tres medallistas a lo más alto de la Historia de la Gimnasia Rítmica, y en la que Rizatdinova brillaría con luz propia.
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