12 sept 2016

Río 2016

Completamos en nuestra entrada histórica de septiembre la información de la gimnasia rítmica en los últimos Juegos Olímpicos, en este caso con la competición individual; pues la de conjuntos ya fue ampliamente comentada en este post que dedicamos a la medalla de plata que consiguió el equipo español.

El torneo individual no quedó a la zaga del de conjuntos en emoción. Ya la primera jornada estuvo muy reñida, en cuanto sólo diez de las veintiséis gimnastas se clasificaban para la final. La alegría llegó con la séptima posición de Carolina Rodríguez, una brillante clasificación que ni ella misma esperaba... como puedes leer en esta entrevista.

La cruz en esta ocasión la sufrimos con Salome Pazhava, que resentida de una lesión, apenas pudo desarrollar sus ejercicios. Aún así, siendo además una de las favoritas para luchar por el tercer puesto, la georgiana quiso terminar sus rotaciones, aclamada por el público y sus propias rivales; aún cuando eso le costó salir cojeando y entre lágrimas de dolor.

Lo demás estuvo dentro de lo previsible, con una destacada actuación de la búlgara Vladinova de entre las que luchaban por colarse en la ansiada final.

Ésta nos traería muchas sorpresas, la más grande el oro de Margarita Mamún. Si bien es cierto que la rusa fue la primera clasificada en la jornada anterior, ante las imprecisiones de su compañera Yana Kudryavtseva; no lo es menos que esta última era la principal favorita para el título y que realizó una final impecable hasta los últimos segundos de su tercer ejercicio. Ese fallo con las mazas, pasará a la historia de este deporte.

La medalla de broce fue a para a manos de la ucraniana Ganna Rizatdinova, un metal más que merecido, pues realizó una competición impresionante siendo la única gimnasta del podio que no cometió fallos en ninguna de las dos jornadas. Por detrás de ella, la coreana Son Yeon-Jae estuvo muy regular aunque sin llegar al nivel de Rizatdinova; no así Melitina Staniouta, con altos y bajos y que en determinados aparatos llegó a ser superada por su compañera, Katsiaryna Halkina, la segunda gimnasta bielorrusa.

Por detrás de ellas, quedaron en séptima posición una Neviana Vladinova al alza, y en octava Carolina Rodríguez, en la que era su retirada definitiva de las competiciones. Cerraron la final Marina Durunda, de Azerbaiyán, y Kseniya Moustafaeva, de Francia, novena y décima respectivamente.

Ahora te dejamos disfrutando de nuevo la final, sólo tienes que pinchar sobre la imagen y dejarte llevar por la magia de este deporte.

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